lunes, 2 de enero de 2012

Degradación



En estos tiempos, sacarse unas monedas a costa del turista puede ser una forma de sobrevivir a lo que nos está cayendo, pero a mí me deja un regusto como de ciénaga donde nos vamos pudriendo. En el fango de unas economías cuya única misión es obtener beneficios en creciente exponencial.
No importa de lo que hablemos, siempre a más, coches, electrodomésticos, ocio… todo. Todo ha de estar en constante crecimiento y además controlado por pocos.
No sé si es inherente al sistema, no sé si hay otra forma de hacerlo, no sé si en general queremos que se haga de otra manera, pero lo que sí es fácil de ver y de saber es que no mejora la situación en el mundo.
Todo lo contrario, la desigualdad sigue creciendo, incluso en aquellos países donde parecía que se habían conseguido mayores cotas de uniformidad en la forma de vida, donde aparentemente había menos distancias entre las capas sociales, el espacio entre quienes pueden y los que cada vez van peor está creciendo de manera casi exponencial también.
Lo estamos degradando todo, incluso la historia.
De seguir así, terminaremos por instaurar un nuevo Medievo, donde quienes estén arriba serán dueños y señores de de todo lo que por debajo de ellos quede. Dueños de todos los derechos,  el resto tan solo el de producir para mayor gloria del señor y del beneficio de su empresa.
Nos degradamos

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